Esta es una de las sesiones de fotografía más especiales que he realizado en Burgos. En esta ocasión, los retratos debían mostrar algo muy humano: las emociones. Las sentimos y mostramos durante todo el día e incluso por la noche. La de veces que habré oído a mi hijo reírse a carcajadas mientras dormía, es maravilloso. Las expresamos a través de la palabra y de nuestro lenguaje corporal, no sólo con nuestro rostro. Incluso podemos estar pensando y sintiendo algo y nuestro cuerpo mostrar lo contrario. Reconocer cómo nos sentimos y mostrarlo teniendo control sobre ello es fruto de un trabajo de maduración personal que dura años y empieza en la misma infancia.

Os daréis cuenta de que son en blanco y negro. Los que me seguís sabréis que una característica de mis fotografías es el color, salvo raras excepciones. En este caso, he querido anularlo casi por completo para resaltar más las expresiones.

Anteriormente ya había trabajado con Susana. Es una gran persona, buscando mirar siempre el lado positivo de la vida. Me encanta trabajar con ella. Meses antes de realizar este reportaje de emociones, y aunque no le gustaba ponerse ante la cámara, me dio la oportunidad de retratarla y, además de pasárselo en grande, el resultado fue fantástico. ¡Gracias por confiar en mí, Susana! Aquí puedes verlo.

Otras galerías

Política de privacidad Política de cookies

Si continuas utilizando este sitio aceptas el uso de cookies. Más información

Los ajustes de cookies de esta web están configurados para "permitir cookies" y así ofrecerte la mejor experiencia de navegación posible. Si sigues utilizando esta web sin cambiar tus ajustes de cookies o haces clic en "Aceptar" estarás dando tu consentimiento a esto.

Cerrar